HOFMANNSTHAL, HUGO VON
El canto, como escribió Machado, es aquello que se ha perdido, y la escritura evoca un mundo del que se ha llegado, que se conoció un día con toda intensidad, nadie sabe si en sueños, o en una infancia a la que nos eguía ninguna madures. o en un reino del que se sufre destierro. El lector, en Hofmannsthal, no reconoce juventud e inexperiencia, como no la reconoció el poeta en sí mismo, sino que descubre un cansancio muy antiguo, una nostalgia verdadera, sentida, cercana. Nostalgia de la vida, pero de esa vida anterior al propio acto de vivir. Un mundo perdido que compartía mucho con la idea de Grecia, densa y recurrente en sus escritos. Un mundo del que se sabía exiliado, pero que también sentía recuperar en ocasiones. Como al narrar su encuentro con algunas estatuas clásicas en un museo cercano al Partenón, y la extrañeza que siente ante ellas.