HOMERO
«Háblame, Musa, de aquel varón de multiforme ingenio que, después de destruir la sacra ciudad de Troya, anduvo peregrinando larguísimo tiempo, vio las poblaciones y conoció las costumbres de muchos hombres y padeció en su ánimo gran número de trabajos en su navegación.»
He aquí uno de los más grandes poemas épicos de todos los tiempos: Odisea. En él se narra el regreso del héroe, Odiseo, a su patria, Ítaca, después de la conquista de Troya.
Compuesta como la Ilíada en hexámetros, recoge numerosos cuentos populares y leyendas que, adaptadas, se integran en la epopeya. De este modo, mientras que en la Ilíada el tema central, la cólera de Aquiles, va avanzando inexorablemente, verso a verso, desde su planteamiento hasta su desenlace, en Odisea el regreso del héroe es narrado, con arte magistral, sin recelar de las vueltas atrás o de las digresiones, porque el objetivo supremo es lograr mayor gozo en la narración de bellas historias. Todo ello se logra, además, sin que merme en absoluto la cohesión que mantiene unidos sus episodios.