MELVILLE, HERMAN
«El lector, sin duda algo aturdido por su larga navegación, se encuentra abrumado en el trágico final: más adelante, cuando vuelva a abrir Moby Dick, por el comienzo o no, aunque ya sepa todo el desarrollo, no dejará de sentirse de nuevo arrastrado por la
«El lector, sin duda algo aturdido por su larga navegación, se encuentra abrumado en el trágico final: más adelante, cuando vuelva a abrir Moby Dick, por el comienzo o no, aunque ya sepa todo el desarrollo, no dejará de sentirse de nuevo arrastrado por la voz de Melville a navegar de nuevo, páginas y páginas. Es eso, en definitiva, lo que hace que algunas raras obras sean verdaderamente clásicas, esto es, inolvidables y siempre nuevas.»
De la introducción de José María Valverde