NIFFOI, SALVATORE
En Abacastra nadie muere de viejo, la enfermedad
jamás ha acabado con nadie. Todos los
hombres, al llegar a cierta edad, se sacan el cinturón
y se lo atan al cuello. Las mujeres usan
una cuerda. Cuando el niño que más tarde
narrará la historia busca el porqué, su madre
le responde que cuando la Voz te llama solo
puedes obedecer. Hasta que un día, no se sabe
de dónde, aparece en el pueblo una mujer
ciega, con el cabello color ala de cuervo y los
pies descalzos. Dice llamarse Redenta Tiria y
ser hija del sol. A partir de ahí, todo cambia
en Abacastra.
Con este hilo teje Niffoi esta maravillosa
narración, dibujando con apenas unos pocos
trazos los fascinantes tipos humanos, personajes
o criaturas que describe con incisividad casi
médica, con una especie de comicidad extraña
y negra, y con la humanidad de quien conoce
bien de lo que habla. El diminuto pueblecito
de Abacastra es un caótico y grotesco teatro del
mundo en el que cada criatura, tanto las que
acaban colgadas de un árbol como las que se
salvan cuando Redenta Tiria logra acallar la Voz,
representa una de las formas posibles de la asombrosa
diversidad humana.