COLLINS, WILKIE
Una de las mejores novelas de misterio e intriga de todos los tiempos
Walter Hartright se traslada a Limmeridge para dar clases de dibujo a Laura, una joven rica heredera sobrina del barón Frederick Fairlie. Poco antes de irse, tropieza con una misteriosa dama vestida de blanco que le habla de Limmeridge y de su propietaria fallecida, la señora Fairlie.
Desde el principio Walter siente una gran atracción por Laura, quien está prometida con sir Percival Glyde, que solo busca arrebatarle su herencia. Solo se interpone en su camino la misteriosa dama de blanco.
La dama de blanco, inspirada en un hecho real y publicada originalmente por entregas en una revista dirigida por Charles Dickens, ha constituido un éxito ininterrumpido de ventas en todas las lenguas. Todo ello se debe a una trama argumental magníficamente desarrollada, que envuelve al lector en una atmósfera de misterio e intriga; al increíble ritmo
Una de las primeras y más perdurables novelas de misterio de la tradición inglesa. Traducción de Maruja Gómez Segalés Introducción de Matthew Sweet Walter Hartright se traslada a Limmeridge para dar clases de dibujo a Laura, sobrina y heredera del barón Frederick Fairlie. Sin que ninguno de los dos pueda evitarlo, surge entre ellos un profundo amor, enturbiado por el compromiso de la muchacha con sir Percival Glyde, que solo busca arrebatarle su fortuna. La aparición de una misteriosa mujer, sin embargo, cambiará de forma inevitable el curso de los acontecimientos. La dama de blanco, inspirada en un hecho real y publicada originalmente por entregas en una revista dirigida por Charles Dickens, ha sido un éxito ininterrumpido de ventas en todas las lenguas en que se ha publicado. Ello se debe a una trama sumamente bien llevada, a la atmósfera de misterio e intriga, al trepidante ritmo narrativo y, sobre todo, a la profundidad psicológica de los personajes y la fabulosa descripción de los ambientes y las situaciones. La introducción del estudioso y crítico Matthew Sweet da cuenta de la relevancia literaria de la novela, cuidadosamente traducida en esta edición por Maruja Gómez Segalés.