ISAIE BITON KOULIBALY
¿Qué pasa con las mujeres?¿ Por qué las mujeres africanas ya no respetan a los hombres como antes? ¡Ah, las mujeres...!
Nacido en Costa de Marfil, Isaïe BITON KOULIBALY es bien conocido de los lectores francófonos. Cultiva lo que él mismo ha dado en llamar literatura popular, popular, que no populista. Sus libros se reeditan constantemente -en el año 2000 ¡Ah, las mujeres...! iba por la quinta edición, con tiradas de 15.000 ejemplares, distribuido a todos los países de África del Oeste- lo que no deja de ser espectacular para un autor contemporáneo que escribe y publica en un contexto socio-económico por decirlo de alguna manera, poco favorable.
Primerapersona tiene en privilegio de ser la primera editorial española que presenta a este gran autor africano en exclusiva en lengua castellana.
BITON KOULIBALY nos sitúa ante una galería de personajes por la que vemos desfilar hombres de todas las clases sociales con un denominador común: desde el gobernador al barrendero, del intelectual al analfabeto, del campesino al vendedor de enciclopedias, todos, absolutamente todos sucumben a los encantos de las mujeres. Y todos, absolutamente todos, sufren las consecuencias y terminan pronunciando el consabido ¡Ah, las mujeres...! que da título a la obra.
Con lenguaje sencillo, directo, desbordante de humor, BITON KOULIBALY aborda desde el punto de vista masculino y en Primerapersona un tema complejo: el sinuoso carácter femenino y las no menos complicadas relaciones hombre-mujer. Y lo aborda con un estilo próximo a la vida cotidiana y a las preocupaciones del día a día que irremediablemente engancha al lector, al lector de cualquier geografía, desde las primeras líneas.
¡Ah, las mujeres...! catorce relatos que nos dibujan un divertido paisaje, gracias a Dios políticamente incorrecto, de la actualidad africana. Un panorama salpimentado de inestabilidad política, de enfervorizado ambiente religioso, del exotismo de griots y marabouts, de la añoranza ventajas de la colonización anterior a la Independencia, de risas e ironía sin límite, donde se nos van presentando los múltiples quebraderos de cabeza que nos proporcionan sin descanso las mujeres de nuestra vida, a las que nosotros, los hombres como Dios manda, amamos con la más absoluta sinceridad y entrega.