REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
Una recopilación del ciclo de conferencias organizado por la Real Académia de la Historia en la que se expone la innegable condición nacional de España.. Existe una tendencia creciente a negar carácter nacional a la realidad histórica de España, a considerarla poco más que un amasijo artificial de varias entidades verdaderamente nacionales. Así, en los nuevos manuales, históricos o geográficos, se desvincula la historia regional del mundo circundante, los ríos sólo lo son mientras fluyen por el territorio propio, los límites provinciales establecen abismos insondables, tras los cuales sólo existe la nada, y se silencian o niegan los más obvios lazos históricos políticos, económicos o culturales con las tierras vecinas. La Real Academia Española consideró un deber institucional la organización de un ciclo de conferencias en el que algunos de sus miembros expusieran con rigor intelectual, documentación fiable y honestidad profesional la innegable condición de nación de España. El éxito de esta iniciativa justifica que aparezcan ahora publicados estos textos, de forma que el público general pueda conocer mejor los fundamentos históricos de la realidad española. Así, Luis Suárez Fernández explica cuándo aparece el término nación española y cómo se extiende, Álvaro Galmés de Fuentes determina de qué forma el castellano se hace español, José Alcalá-Zamora y Queipo de Llano expone la idea y realidad de España en los siglos XVI y XVII, Guillermo Céspedes del Castillo encuentra a andaluces, gallegos, extremeños, canarios, vascos y catalanes en la empresa española en América, Gonzalo Anes rebate el tópico que atribuye a la Nueva Planta impuesta por Felipe V a Cataluña la ruptura de la conciencia de unidad entre los españoles, y, ya en la época contemporánea, Carlos Seco Serrano ilumina conceptos en torno a la oposición entre nacionalismo español y nacionalismos periféricos. Finalmente, Pedro Laín Entralgo, en su Epílogo, resume las aportaciones de los distintos autores y aboga por que en un futuro la evidente disparidad entre las diversas culturas de las distintas comunidades autónomas conduzca a una concepción histórica de nuestro país en la que su unidad nacional sea admitida por todos los hombres de España, cualesquiera que sean las diferencias entre ellos.