LUQUE ARANDA, MARÍA FUENSANTA
Basado en la realidad en un momento determinado. Es cronológico en el tiempo y a la vez reflexionando en el presente.
Está escrito desde la experiencia y desde el impulso venido directamente de la poesía, que se esconde en la belleza de las cosas que salen del alma, sobre todo cuando uno desnuda su yo y lo ofrece a los demás.
Entrar en sus páginas supone, desde el comienzo, penetrar en el mundo de la autora: sus amores, sus seres más próximos, su historia, sus recuerdos porque la escritora se descubre frente a la multitud, y lo hace de una forma sabia, limpia, transparente, llena de una gran fuerza interior, ligera de equipaje como decía el poeta Antonio Machado.
El lector queda atrapado en su lectura al hablarle de cosas cotidianas pero también profundas y trascendentales: Una Navidad, un baño en Montijo, una noche estrellada, el recuerdo de un familiar, la vida, la muerte, la esperanza, la fe, la confianza y el amor.