CERCAS, JAVIER
¿Quién
no ha pasado en la vida por épocas de confusión y desconcierto semejantes a la
que debió de vivir el pobre Jonás en el
vientre de la ballena? Esta es la tragicómica
experiencia que Javier Cercas,
un joven escritor y profesor de literatura, afincado en Cataluña, nos invita a
conocer. ¡No desperdiciemos la ocasión de acompañar a los entrañables personajes,
algo alelados y desquiciados ?como lo estaría cualquiera en sus circunstancias?,
creados por Cercas en sus peripecias
por El
vientre de la ballena!
Tengan
en cuenta que, ya con ocasión de un anterior libro de cuentos, El móvil, el crítico de La Vanguardia decía de Javier Cercas: «Descubrimos a un
narrador muy hábil, dotado de un indiscutible dominio técnico y de una
saludable inventiva?». Pese al tiempo transcurrido, Cercas no sólo no ha perdido un ápice de esa gozosa inventiva, sino
que, con El vientre de la ballena, se afirma definitivamente como un
gran novelista, a quien alguien situó en su momento bajo la advocación de
Flaubert, su autor de cabecera.
Cuando,
una tarde de agosto, Tomás se topa
con Claudia, un antiguo amor de la
adolescencia, todavía no sabe que su existencia está a punto de dar un quiebro
inesperado. Este simple encuentro fortuito, de pronto, parece depararle la
mujer de su vida, pero ignora aún en qué pesadilla de cómicos equívocos está a
punto de sumergirse. Todo se trastoca: un matrimonio que languidecía, el
precario puesto de profesor ayudante de literatura en la universidad, los
amigos de siempre; nada es de repente como «antes». Arrastrado por los
acontecimientos que se atropellan, Tomás,
el reflexivo profesor, como quien busca sin saberlo su propia perdición,
persigue desesperado un amor apenas intuido, que se le revela algo misterioso y
que no puede interpretar sino como fatal. Tomás
nos hace avanzar en sus risibles aventuras sin dejar por ello, gracias a la
irónica distancia que le otorga la memoria, de iluminarnos sobre las jugosas
lecciones que recibe en el duro aprendizaje de las inextricables relaciones
humanas y los espejismos de la felicidad.