RACINE, JEAN
´Por de pronto, el imperio de las pasiones sólo es trágico -y excluye la libertad- porque representa las pasiones como nefastas. Cuando el instinto hace mella en el libre albedrío, revela el poder de corrupción que hay en él. Por ello, el universo raciniano es un espacio desolado, con la sola presencia invisible del mal, y sin que se divisen remedios por ningún sitio.´