DE LA ROCHA, ALBERTO
Aquellos muchachos. Alberto de la Rocha. Galaxia Gutenberg. El autor madrileño puede presumir de que, salvo una, todas sus novelas han sido galardonadas con algún premio. El último fue el Málaga de narrativa, con Los años radicales, una novela tan interesante como incomprendida que, al menos, obtuvo muy buenas críticas. Si en ella seguía los pasos de un artista venido a menos, amargado y nostálgico, en esta nueva obra enfoca la figura de Esteban Walther, un prestigioso director de orquesta español caído en desgracia tras un escándalo que conmocionó a todo el país. Repudiado por sus poderosos amigos y aislado en un caserón vacío y desolado, Walther sólo goza de la compañía de su viejo chófer, quien se dedica a rememorar los viejos tiempos de esplendor en busca del motivo que llevó a su jefe a despeñarse en ese abismo. De la Rocha emplea la misma fórmula que en su novela anterior, pero desde un nuevo punto de vista: ya no es el personaje central quien narra su historia, sino alguien ajeno y a la vez cercano. Una novela que, si nos basamos en su anterior obra premiada, puede ser sorprendente.
Esteban Walther, el mejor director de orquesta español de todos los tiempos, vio oscurecidos sus últimos años por un escándalo que conmocionó al país. Su brillante carrera internacional quedó destruida de la noche a la mañana. Walther, hombre culto y refinado, de agitada vida amorosa, cayó en desgracia y fue repudiado por todos sus poderosos e influyentes amigos. Su enorme casa de Madrid, que en épocas pasadas fue el escenario de encuentros y fiestas legendarias, se queda vacía cuando los filipinos encargados de su mantenimiento se marchan a su país. En su ausencia, el chófer de Esteban Walther, Fernando, deberá trasladarse allí. Acosado por los recuerdos de aquel esplendor y con la única compañía de un achacoso perro, aprovechará sus noches de insomnio para escribir sobre los últimos años de su jefe. Él, un simple mecánico que fue testigo de aquella deslumbrante vida, nos contará a su manera esta historia. Con una voz ambigua que oscila entre la justificación y la condena, Fernando irá desgranando los episodios de un incómodo pasado que se resiste a morir y que aún le provoca un conflicto moral. ¿Acaso no siguen vivos todos aquellos muchachos?