ARGINZONIZ, BEÑAT
La Edad Oscura ha llegado y su figura es, al igual que el diablo: la ilusión o el engaño; una legión que juega un implacable juego de máscaras que es lo que en pocas palabras formula el capitalismo: la pérdida de vista del semejante y el fin de la comunicación. Su último y definitivo rostro se llama Nuevo Orden Mundial, y la oscuridad que trae consigo es imparable.A modo de esperanza creo que aún puede el hombre recuperar sus tradiciones y transformarlas con su propia sangre. No veo otra luz posible. Sólo así podremos defendernos y luchar con toda la fuerza de nuestros antepasados. Lo decía Bergamín: Hay que terminar con lo que está bien empezado y continuar lo que vale la pena continuarse. La tradición verdadera es siempre revolucionaria.Beñat Arginzoniz.