CANO, JOSE LUIS
Este libro sobre Zaragoza, escrito e ilustrado por José Luis Cano, presenta una galería de personajes, algunos muy populares, otros prácticamente desconocidos, que han dejado su huella o por lo menos sus calcetines en la ciudad aragonesa.
El breve prólogo nos mete de un empujón dentro del libro:
´En el principio era el cierzo. Después llegaron las legiones romanas y la Virgen del Pilar. Desde entonces, Zaragoza es una ciudad de curas y militares, una ciudad mitad monja mitad alférez, una auténtica madrastrona.´
En Zaragoza se ha prescindido del alineamiento cronológico, y las ochenta brevísimas semblanzas, acompañadas de sus correspondientes retratos, se ofrecen ordenadas según un encadenamiento que pone en relación cada nuevo personaje con el inmediatamente precedente. Por pura casualidad o por designio paradójico, en ambos extremos figuran dos no nacidos en Zaragoza. Abre la lista, como no podía ser de otra manera, la Virgen del Pilar, que visitó Zaragoza el 2 de enero de 40 d. C. para ver a Santiago apóstol, que acampaba junto al Ebro, y al que dejó de recuerdo una columna de jaspe. La cierra el poeta y pintor Antonio Fernández Molina, ´que vino a Zaragoza con su mujer, Josefa Echeverría, para que sus seis hijas estudiaran en el colegio de unos amigos, los Labordeta, y se quedó para siempre. Lo que dice mucho en favor de la ciudad.´