HERNÁNDEZ DE LA FUENTE, DAVID
En el mundo occidental, la primera figura que encarna el arqueVpo del mediador sapiencial entre la comunidad humana y lo divino es Pitágoras de Samos. Las implicaciones de sus doctrinas en la historia de las ideas son enormes, pues sus invenciones abarcan todos los campos del saber: matemáVcas, astronomía, filosoca, retórica, políVca, adivinación, medicina y religión. Nada escapa a este sabio griego, al que se atribuyen un famoso teorema matemáVco, las escalas musicales y la noción de la inmortalidad del alma. La primera parte del libro estudia la figura legendaria de Pitágoras, la colección de sus y la tradición pitagórica entre la realidad y la leyenda. La segunda parte presenta en una nueva traducción anotada, una recopilación de todas las biogracas del filósofo, a cargo de Diógenes Laercio, Porfirio de Tiro, Jámblico de Calcis y, como novedad, la escrita por el historiador griego Diodoro de Sicilia (s. I a.C.) -la más anVgua que se conserva- y la de Focio de ConstanVnopla (s. IX), además del breve epítome de la enciclopedia bizanVna Suda (s. X).
En el mundo occidental, la primera figura que encarna el arqueVpo del mediador sapiencial entre la
comunidad humana y lo divino es Pitágoras de Samos. Las implicaciones de sus doctrinas en la historia de
las ideas son enormes, pues sus invenciones abarcan todos los campos del saber: matemáVcas,
astronomía, filosoca, retórica, políVca, adivinación, medicina y religión. Nada escapa a este sabio griego,
al que se atribuyen un famoso teorema matemáVco, las escalas musicales y la noción de la inmortalidad
del alma.
La primera parte del libro estudia la figura legendaria de Pitágoras, la colección de sus y la tradición
pitagórica entre la realidad y la leyenda. La segunda parte presenta en una nueva traducción anotada,
una recopilación de todas las biogracas del filósofo, a cargo de Diógenes Laercio, Porfirio de Tiro,
Jámblico de Calcis y, como novedad, la escrita por el historiador griego Diodoro de Sicilia (s. I a.C.) la más
anVgua que se conserva y la de Focio de ConstanVnopla (s. IX), además del breve epítome de la
enciclopedia bizanVna Suda (s. X).