VALENTE, JOSE ANGEL
Con estos
ensayos José Angel Valente
manifiesta en cierto modo a sus lectores que sigue fiel a estas palabras de T.S. Eliotá: «Para teorizar se
requiere una inmensa ingenuidadá; para no teorizar hace falta una inmensa
honestidad».
Según cita José Angel Valente en la segunda parte
de estos ensayos, escriben, por un lado, Mircea
Eliade a propósito del vuelo mágico
del chamáná: «Convertirse uno mismo en pájaro indica la capacidad,
mientras aún se está en vida, de emprender el viaje extático al cielo y al más
allá» y, por otro, Juan de la Cruz a
propósito de las tres propiedades
que él asigna a la palomaá: «El vuelo alto y ligeroá;
el amor con que ardeá; la simplicidad con que va». Y se (nos) pregunta el
propio Valenteá: «¿Propiedades
de la paloma o de la palabraá?».
En Variaciones sobre el pájaro y la red
el lector encontrará reunidas pues reflexiones en torno a la experiencia de los
límites últimos en la que concurren la
palabra del poeta y la del místico,
«palabra del límite, del borde o de la inminencia», lengua poética, originaria
de lo sagrado en todas las tradiciones, llamada, en la tradición islámica, la lengua de los pájaros.
La primera
parte de este libro, La piedra y el
centro, se había publicado ya por separado en la editorial Taurus en 1983. Valente ha querido recuperar aquí estos ensayos sobre Juan de la Cruz, Grünewald, El Bosco, Teresa de Avila y Miguel de
Molinos no sólo porque eran hoy inencontrables, precisamenrte cuando se
celebra el cuarto centenario de la muerte
de Juan de la Cruz, sino porque
se asocian armónicamente con los reunidos en la segunda parte, escritos
posteriormente, ciñendo así el tema al igual que, en palabras de Juan de la Cruz, «la piedra se va más
llegando a su centro».