THOMPSON, IAN
Desde el principio, Le Nôtre captó la personalidad del Rey a la
perfección y supo que no había posibilidad alguna de sofocar el
impaciente temperamento del soberano. Habría tenido tanto éxito
intentando evitar que Luis cambiase o añadiese detalles a su
jardín como la tuvo el rey Canuto para detener las mareas. Los
jardines estaban allí para ser usados, adaptados, alterados y
aumentados según dictase su real entusiasmo. Tenían que
casar a la perfección con el aumento del poder del Rey, con
su necesidad de celebrar cualquier conquista, ya fuesen las
logradas en la guerra o en el lecho, así como con su
concepto de lo que suponía ser un monarca absoluto.
La pregunta es: ¿cómo logró Le Nôtre lidiar con todo eso?
Ian Thompson responde con brillantez a este interrogante en este
libro lujosamente ilustrado, en el que revela con maestría, ingenio
y perspicacia la imbricada relación entre una extraordinaria
historia sobre jardinería y una extraordinaria amistad.