PÉREZ ESCRIVÁ, VICTORIA
Cuando un niño aprende a preguntar ´Por qué´ ya nunca abandonará esas palabras. Porque las preguntas son pinzas para sujetar objetos desconocidos, llaves para abrir puertas secretas y lupas que nos permiten ver lo que está oculto. Al fin y al cabo, como todos sabemos, ´Por qué´ no es más que la abreviatura de ´Ábrete, Sésamo´. Pero cuando pronunciamos esas palabras, nunca sabemos lo que vamos a encontrar. ´Las preguntas nos recuerdan que no lo sabemos todo, que una parte de nosotros siempre será un misterio. Sin las preguntas no sabríamos esto. Y seríamos idiotas. Porque un idiota no es el que no sabe nada. Sino el que se cree que lo sabe todo.´