BRASIL, G
Geraldino Brasil inicia con mucha serenidad su trabajo creador como poeta. Puede decirse que hubo en su propósito inicial nada más y nada menos que la modesta necesidad descriptiva de expresar lo que estaba viendo.
El secreto de su fuerza reside principalmente en eso: pensando estar viendo lo que todo el mundo veía, estaba simplemente realizando una obra poética nueva en su individualidad, nueva en su clarividencia, nueva en su casi displicencia formal, en un tiempo de formalismos exacerbados. Sin resentimiento, sin complejos utensilios antisépticos y sin arqueológicas reminiscencias naturalísticas, sabe aproximarse a los despreciables acontecimientos cotidianos: de los desperdicios líricos de su época construye una auténtica y vigorosa cosmovisión poética.
Alberto da Cunha Melo