PAVAROTTI

Roger Alier, nacido el 28 de julio de 1941 en Los Teques (Venezuela), en el seno de una familia catalana en el exilio tras la Guerra Civil, ha llegado a convertirse, después de años de infatigable trabajo, en una de las figuras que más ha contribuido a la divulgación del género operístico en el panorama estatal.

Mentor de varias generaciones de estudiosos e investigadores del género lírico en Catalunya, se doctoró en 1979, con una tesis sobre Els orígens de l'òpera a Barcelona que le valió el Premio Extraordinario de Doctorado en la Universidad de Barcelona, donde imparte clases desde entonces de Historia de la Música e Historia de la Ópera.
Aparte del título anecdótico -"Bienvenido, Señor Tuttoö- con el que se atribuye que Pavarotti fue recibido en la discográfica DECCA en ocasión de la promoción española del disco ´Tutto Pavarotti´ (aun en vinilo, 1989), el volumen que presentamos es un contrapunto del recorrido artístico, con más aciertos que yerros en toda una carrera operística, en el transcurso de los ¿últimos años de su carrera lírica?

Roger Alier (Venezuela, 1941) acreditado y reconocido experto musical, historiador y crítico de prensa escrita (La Vanguardia, Ópera Actual), presenta un nuevo título en la editorial que ya ha divulgado volúmenes de Ópera y Zarzuela bajo su rúbrica. Conocemos de los títulos desafectos con el artista, como han sido ´Luciano Pavarotti: The Myth of the Tenor´ (J. Kesting, 1996) y la más reciente mucho más agresiva en lo personal, de la que en ámbitos mediáticos tenemos esporádicas noticias, que le retrata con adjetivos de guloso, caprichoso, supersticioso e infiel: ´The King and I: The uncensored tale of Luciano Pavarotti's rise to fame by his manager, friend and somentime adversary´ (H. Breslin and A. Midgette, 2004).

En la contraportada del mismo se nos indica que Alier es el mejor especialista español en ópera (literalmente) y del contacto personal con el divo, invitándonos a la lectura de detalles particulares. Y es que según el biografiado, habría sido en el transcurso de su setenta aniversario cuando dijera adiós al escenario, fuese en compañía de avalistas mediáticos -figuras de la música "popö-, en recitales ante aforos extensos, pero en definitiva con ayuda de la amplificación microfónica. Es cierto y muy comprobable que insignes artistas de todo ámbito hayan desdicho sus despedidas, evidentemente es duro dejar la miel del éxito: "Aunque quizá haga una pequeña extensión al 2006 ó 2007ö, como declara recientemente: en este caso el cantante es coherente con sus declaraciones, extraídas de ´My own history´, (Pavarotti y Wright, 1981): "Pero la mayor satisfacción es saber que mi canto hace feliz a mucha gente. Siempre que sienta que ello es así, incluso en menor grado que hoy, entonces no podrán obligarme a retirarmeö.

Hasta treinta y tres roles operísticos ha dado voz y presencia Pavarotti, señalados pormenorizadamente por Alier, en su mayoría pertenecientes a canteras verdianas, belcantistas y con ulteriores caracteres líricos con tintes de spinto. Sin embargo, su prestación operística podría resumirse en sus propias palabras: "Hay dos papeles con los que me identifico bastante desde el punto de vista dramático: Rodolfo de La Bohème y Nemorino de L'Elisir d'Amore.ö en los que el romanticismo y el canto sencillo y directo son piedra de toque en nuestro músico. Bueno, ambos, y el "Nessun dormaö (Turandot), que mediáticamente han convergido para que no escuchemos más versiones que la del "El Rey del Doö (su apodo norteamericano).

Hasta treinta y tres roles operísticos ha dado voz y presencia Pavarotti

El libro se estructura, sin solución de continuidad, en capítulos que reflejan la trayectoria artística desde el comienzo de los roles que existen del tenor modenés, primero en escena y posteriormente recogidos en disco, incluyendo información de cuáles han sido captados "pirateadamenteö y ahora ya "bendecidosö por grabación legal (se incluye una completa discografía). En el primer capítulo -"Ser tenorö-, se expone una visión histórica de las modificaciones en los usos y en la estética del paso al protagonismo de la voz de tenor, anteriormente postergada a cometidos menores, y se describen los estilos compositivos que para esta tesitura acometían músicos como Bellini, Donizetti, o Verdi. Su padre, la sociedad coral donde comenzó a cantar, Pola, Leone Magiera (pianista de su misma edad que continúa con él), Campogalliani, los primeros concursos, debuts y progresiva ampliación de su catálogo, están repartidos en capítulos bien delineados, ya que el escritor delinea su carrera atendiendo al estado vocal y a la popularidad del gran cantante. Roger Alier indica cómo Pavarotti, aparte de la grabación de arias poco representadas/grabadas de Verdi, como "Odi il votoö (Ernani), junto a Mirella Freni, habían fundado una empresa discográfica, -CIME, posteriormente adquirida por DECCA- , con la que registraron la Petite Messe Solennelle (Rossini) y el Requiem de G. Donizetti.

Profesional riguroso, Alier anexa su libro con referencias reales a las críticas que han acompañado las presentaciones de Pavarotti tanto en escena como en grabación discográfica (críticas de prensa diaria -New York Times-, especializada como la revista Opera -londinense-, y otras europeas incluyendo la española), donde se observa un minucioso trabajo compilador a lo largo del tiempo. Sin embargo, se muestra muy evidente el deseo de ofrecer al lector el proceso de cambio en la calificación crítica del tenor modenés, que Alier concreta en Celleti, Bloomfield o Milnes, lo que en nuestra opinión rebasa la fidelidad original del sentido de sus palabras; es del todo evidente la belleza y calidad vocal, que no menoscaba las palabras de Rosenthal (director entonces de la revista Opera), acerca de unas representaciones de La favorite: "Pavarotti is Pavarotti and rarely Fernandoö. Otra circunstancia que busca la optimización del ínclito tenor es pasar por encima de su desconocimiento de la lectura musical, revelado tras las imágenes y declaraciones que se pudieron comprobar en un festival de Cittá di Castello (1997), junto a Vittorio Gassman, quien lo hizo en tono de admiración: "Me quedé sorprendido. Durante los ensayos me di cuenta de que Luciano canta de oído, pero no se equivoca nuncaö. No menoscaba el mérito del artista, si bien hubiese mejorado su carrera.

El volumen se completa, además de la ya reseñada discografía generada por Jordi Maddaleno, conocedor de la escena y colaborador de Ópera actual, con un divertido apéndice (quizá prolijo) de Jaume Estapà, por entonces (1987) corresponsal parisino para la Associació d'Amics del Liceu, que tiene como excusa la consecución de unas entradas para asistir a una Bohème con Pavarotti, en la Ópera de París.