IMBERNON,F. / ANGULO,K. / ARANA,A.
En este libro, catorce profesores y profesoras de diversas etapas educativas, de realidades y comunidades distintas nos prestan su voz para narrar en primera persona sus vivencias de escuela, aquellos aspectos fundamentales de su práctica educativa que han impactado en su vida profesional y que ahora, desde la singularidad de sus relatos, desean compartir con los demás.
El oficio de enseñar conlleva un conglomerado de sensaciones, emociones y pensamientos sobre la educación. Las historias de vida que de forma autobiográfica y personal se describen en este libro nos acercan a la dimensión personal y subjetiva de la profesión, a la parte afectiva inseparable del oficio de enseñar. A lo largo de estas páginas, los maestros y maestras, lejos de pretender enseñar nada a nadie, de querer generalizar vidas, experiencias, éxitos o fracasos, establecen un diálogo interno, casi fraternal, entre compañeros.
Con los autores de este libro compartimos esos ratos que uno pasa solo, pensando y repensando qué hacer, cómo evaluar, poniendo notas, realizando actividades o, simplemente, anticipando lo que se hará al día siguiente; con ellos podemos sentirnos identificados y con ellos podemos reflexionar sobre nuestra vida profesional, reconstruir esa identidad que da sentido al trabajo educativo, tal vez recuperar la esperanza de que aún es posible la pasión por enseñar.
Dar voz al profesorado. Narrar en qué consiste la enseñanza y cómo se vive para entenderla mejor · Quién narra. Educación infantil. Educación primaria. Educación secundaria · Aunque seamos de infantil · Mirando al niño · Relaciones con las familias en el primer ciclo de educación infantil · Con los más pequeños he aprendido grandes cosas · Es un regalo ir a trabajar cada día · Con voz de educación especial · Trabajando en grupo. Enseñanza en la etapa primaria · Maestra de por vida · Una larga vida docente · El aprendizaje cooperativo: una experiencia positiva · Zulú, ¡cuéntame tu historia! · Reflexiones de un profesor autodidacta · De lo que he aprendido en la escuela: el alumnado necesita sentirse agente director de su conducta · Sin tirar la toalla
