RAMOS, RICARDO
El pensamiento posmoderno ha propiciado un ´giro narrativo´ en la psicoterapia que ha traspasado las fronteras de modelos y escuelas. El concepto de verdad narrativa en psicoanálisis o algunos desarrollos posracionalistas en el campo de las terapias cognitivas son ejemplo de ello. En la terapia familiar sistémica, el giro narrativo ha trasladado el acento de la interacción a la historia.
Quienes nos consultan nos vienen con una historia que, según cuál sea y según cómo sea contada, les hace sufrir. Consecuentemente, la terapia pasaría por co-construir una historia alternativa que ofrezca a los consultantes más posibilidades.
Tal planteamiento parte de una presuposición. Las personas tienen una historia de su pasado que pueden contar más o menos completa y adecuadamente, historia que incide sobre su presente y gravita sobre su futuro. En este libro se sostiene que las personas no tienen una historia, sino un pasado, y que ese pasado es un vivero de historias virtuales. Porque no hay más historia que la contada (hablada o escrita) y la historia contada se construye a través de un acto de narración que ocurre en el presente, por el presente y para el presente.
Quienes nos consultan lo hacen porque tienen un problema. Y la historia que nos cuentan, de su vida y de su problema, es la que han juzgado oportuna para justificar la posición y la actitud que tienen ante el problema y que no quieren abandonar. Y que lo perpetúa. Pero contar una historia es comprometer un testimonio. Y escucharla es verse comprometido a escoger y avalar uno entre varios testimonios (versiones) posibles.
Así que comprender los vericuetos de lo que es narrar, aprovechar los entresijos de lo que es escuchar, y tener siempre presente que el presente continúa, que a quienes nos consultan les siguen pasando cosas, que sus vidas no se paran para que nos las puedan contar, permite ampliar y adecuar los recursos terapéuticos para desarrollar una terapia narrativa anclada en la experiencia y en la vida