GOSPODINOV, GUEORGUI
Las tempestálidas trata de un centro de tratamiento del Alzheimer, que crea un entorno inspirado en tiempos pretéritos para ayudar a los pacientes que han olvidado parte de su pasado. Con el tiempo acaba convirtiéndose en un refugio para individuos sanos y cansados de la vida moderna. Las personas quieren volver a sus años más felices o crearse una realidad completamente nueva, incluso en épocas en las que aún no existían. De esta manera, Gospodínov se reúne con los lectores y les pregunta cuándo y por qué volverían atrás. Entonces las cosas se intensifican hasta llegar a las naciones y a la memoria colectiva.
Uno de sus temas más importantes es la «memoria», ya que en el libro Las tempestálidas, la memoria es un personaje más. Nuestra personalidad está formada por las experiencias que se convierten en memoria. «Si no estamos en la memoria de alguien, ¿estamos siquiera aquí?», se pregunta el protagonista en el libro. ¿Tiene respuesta a esa pregunta? R. Bueno, más bien, la respuesta da miedo por eso la dejé como pregunta [Ríe]. El personaje también se pregunta si la última persona que nos recordaba de niños ya no está entre los vivos, qué es lo que pasa con nosotros. ¿Existimos si nadie nos recuerda en nuestra infancia? Por eso es importante continuamente contar y recordar el mundo pasado para tenerlo cerca. Para eso se inventaron todos esos recuerdos, para eso se inventa la literatura. Para contar algo que ya no está. Para que no lo olvidemos. Porque si lo olvidamos estaremos más atribulados por su espíritu.
El enigmático flâneur conocido como Gaustín inaugura en Zúrich una clínica para enfermos de alzhéimer. Sus instalaciones reproducen las distintas décadas del siglo XX al detalle, lo que permite a los pacientes regresar al escenario de sus años de plenitud. Pronto, un número creciente de ciudadanos perfectamente sanos solicita ingresar en la clínica con la esperanza de huir del callejón sin salida en que se han convertido sus vidas. Pero este «cronorrefugio» no puede contener por sí solo un sueño tan seductor y la idea se propaga por toda la Unión Europea. Es entonces cuando el pasado invade el presente como una ola devastadora. Ensueño distópico y sembrado de premoniciones, el ganador del Premio Strega es un viaje de ida y vuelta al continente del ayer y un examen severo de nuestra relación íntima y política con la nostalgia. «Una monografía literaria del don humano más delicado de todos: el sentido del tiempo y del paso del tiempo. Pocas veces llegan a nuestras manos libros tan locos y maravillosos como este». Olga Tokarczuk