CABALLERO BONALD, JOSE MANUEL
Nació en Jerez de la Frontera en 1926. Fue profesor de literatura española en la Universidad Nacional de Colombia y en el Bryn Mawr College y trabajó en el Seminario de Lexicografía de la Real Academia Española. Ha obtenido en tres ocasiones el Premio Nacional de la Crítica, y es Premio Andalucía de las Letras (1994), Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2004), Premio Nacional de las Letras (2005) y Premio Nacional de Poesía (2006). Su obra poética completa está recogida en el volumen Somos el tiempo que nos queda (Seix Barral, 2004 y 2007). Es autor de las novelas Dos días de setiembre (1962), Ágata ojo de gato (1974), Toda la noche oyeron pasar pájaros (1981), En la casa del padre (1988) y Campo de Agramante (1992), todas ellas reeditadas últimamente por Seix Barral. También es autor de dos volúmenes de memorias: Tiempo de guerras perdidas (1995) y La costumbre de vivir (2001).
Compuesta por casi un centenar de poemas, esta nueva entrega poética de J. M. Caballero Bonald supone, al decir del propio poeta, una suma de últimas voluntades. La celebración de la vida y la melancolía ante el paso de los años, antídotos y venenos de la memoria, actúan como desencadenante de la poesía, que aquí se sustenta en una alianza entre romanticismo y surrealismo.
Situado estilísticamente en la línea de anteriores poemarios, en lo formal la principal novedad es el empleo del versículo amplio en ciertos poemas de apariencia externamente narrativa, pero en realidad de contenido psicológico, existencial, filosófico o moral.
Valiéndose de recursos como el aforismo, la paradoja, la ironía o la abstracción, el poeta crea un mundo propio en el que la palabra significa más de lo que significa en los diccionarios.
La noche no tiene paredes, título que encierra una alegoría de la libertad, profundiza en una nueva noción de la poesía como búsqueda de los límites de las palabras, como un método de conocimiento de la propia identidad, vinculado especialmente a las zonas ocultas de la experiencia. «El verdadero tema de la poesía de Caballero Bonald es el lenguaje, en la medida en que el lenguaje se revele susceptible de ser a la vez condición y vehículo del conocimiento», Pere Gimferrer.
Compuesta por casi un centenar de poemas, esta nueva entrega poética de J. M. Caballero Bonald supone, al decir del propio poeta, una suma de últimas voluntades. La celebración de la vida y la melancolía ante el paso de los años, antídotos y venenos de la memoria, actúan como desencadenante de la poesía, que aquí se sustenta en una alianza entre romanticismo y surrealismo.
Situado estilísticamente en la línea de anteriores poemarios, en lo formal la principal novedad es el empleo del versículo amplio en ciertos poemas de apariencia externamente narrativa, pero en realidad de contenido psicológico, existencial, filosófico o moral. Valiéndose de recursos como el aforismo, la paradoja, la ironía o la abstracción, el poeta crea un mundo propio en el que la palabra significa más de lo que significa en los diccionarios.
La noche no tiene paredes, título que encierra una alegoría de la libertad, profundiza en una nueva noción de la poesía como búsqueda de los límites de las palabras, como un método de conocimiento de la propia identidad, vinculado especialmente a las zonas ocultas de la experiencia. «El verdadero tema de la poesía de Caballero Bonald es el lenguaje, en la medida en que el lenguaje se revele susceptible de ser a la vez condición y vehículo del conocimiento», Pere Gimferrer.