JIMENEZ, DIEGO JESUS
Desde
mediados de los sesenta la obra poética de Diego Jesús Jiménez
viene ahondando a conciencia en su propia razón de ser ética
y estética; inclasificable por inconfundible, heterodoxa donde las
haya, extrema y siempre al margen del irracionalismo neoclásico,
del culturalismo escapista y del naturalismo postmoderno, los tres decretos
generacionales de estilo con que la crítica hegemónica ortodoxa
ha ido sucesivamente anonadando la poesía española a lo largo
de la baja postguerra, la transición y el tardofranquismo.
Escrito a partir
de 1990,
Intinerario para náufragos
disecciona, de una parte,
mediante una incandescente dicción surrealista, el desastre real
de esta época despiadada presidida por la soledad, la mentira, el
miedo y la muerte.
Partiendo de la
base de que la poesía es antipicipación sensible de lo real
auténtico, esto es: conocimiento emocionado de aquello que sólo
puede ser aprehendido por medio de esa otra razón fundada por el
arte, Intinerario para náufragos escruta, por lo demás,
la materia prismática con que el lenguaje cobra cuerpo, la ácida
experiencia que encarna la literatura y el vacío problemático
que el poema abre ante el lector, responsable último, en fin, de
cargarlo de sentido y completar vitalmente su silencio inconcluso.