HESSEL,STEPHANE
Para Stéphane Hessel «el motivo fundamental de la Resistencia fue la indignación». Es cierto que las razones para
indignarse del mundo actual pueden parecer menos nítidas que en tiempos del nazismo. Pero «buscad y encontraréis»:
la creciente distancia entre los muy ricos y los muy pobres, el estado del planeta, el tratamiento a los inmigrantes y
los gitanos, la carrera del «siempre más», de la competitividad, la dictadura de los mercados fi nancieros e incluso la
liquidación de aquello que consiguió la Resistencia -jubilación, Seguridad Social...-. Para ser efi caz es necesario, hoy
igual que ayer, actuar en red: Attac, Amnistía, la Federación Internacional de Derechos Humanos... son la demostración.
En consecuencia, podemos creer a Stéphane Hessel y pisarle los talones cuando apela a una «insurrección pacífi ca».
¡Indignaos! En pocas y contundentes páginas,
Stéphane Hessel invita sobre todo a los jóvenes a desperezarse y a
cambiar la indiferencia por una indignación activa, por la «insurrección
pacífi ca». Hessel logró sobrevivir a la tortura y la deportación
en el campo de concentración de Buchenwald y, en 1948, formó
parte del equipo internacional redactor de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos. Hoy, a sus 93 años este venerable veterano
de la Resistencia ha contagiado su mensaje de esperanza
y de rebeldía a millones de lectores a los que invita a «no claudicar
ni dejarse impresionar por la dictadura actual de los mercados fi -
nancieros que amenaza la paz y la democracia», porque «ya es hora
de que la preocupación por la ética, por la justicia, por el equilibro
duradero prevalezcan».
José Luis Sampedro une sus refl exiones a las