VAL, LUIS DEL
Cuentos del Mediodía:
Durante varios años, una vez al día, Luis del Val ha escrito cada uno de estos cuentos. Durante varios años, al mediodía -como si de una medicina se tratara- todos estos cuentos cobraron vida en la inconfundible voz de Luis del Val.
Un mago que hace desaparecer a su suegra, un perro que juega al pÓker, un museo donde las pinturas salen de los cuadros al caer la noche o el misterio de unos chinos centenarios son algunas de las historias que pueblan estas pÁginas.
Cuentos que hacen reir o que provocan una lÁgrima, cuentos de argumentos imposibles o sorprendentes desenlaces, cuentos que a veces no son cuentos, sino mÁs bien un guiño, una broma, un beso, una palmada en el hombro o un pellizco en el corazÓn.
La infeliz vida conyugal del Índice Nikkei, unos termÓmetros estropeados que traen el invierno a la ciudad, un hombre que crece desmesuradamente o quión sabe si tÚ mismo, lector, no te habras convertiso ya en un personaje de este libro.
Cuentos del Medianoche:
Tras el óxito de los Cuentos del mediodía, Luis del Val nos revela en esta segunda selecciÓn de sus relatos, Cuentos de medianoche, otra vertiente mÁs oscura e ínquietante. Desde El fantasma de la cocina, una narraciÓn larga sobre apariciones domósticas, y a lo largo de mÁs de sesenta cuentos de breve extensiÓn, Luis del Val escribe de fantasmas cotidianos --a veces del mÁs allÁ, pero tambión, y por eso mismo aterradores, del mÁs acÁ--, de misterios que desafían nuestra percepciÓn de la realidad, de situaciones sorprendentes que se burlan de la lÓgica.
Y todo ello sin renunciar a su habitual complicidad con el lector, gracias a un estilo fluido y ameno, y a una amable ironía y notable agudeza en la contemplaciÓn del ser humano. Porque en Luis del Val el terror siempre deja hueco al humor, y con la misma facilidad nos provoca un escalofrío o nos arranca una sonrisa.