SANCHEZ ALONSO, OSCAR
La democracia representativa no puede dejar de ser lo primero (democracia) por no haber sabido ser lo segundo (representativa); y el riesgo reside en que la desnaturalización del adjetivo implique la ruina del sustantivo.
Es ahí, en ese esfuerzo por erradicar distancia entre instituciones y ciudadanos, representantes y representados, donde cabe enmarcar el propósito de este estudio. El servicio postventa de la política (servicio postvoto o servicio de atención al ciudadano tras el ejercicio del sufragio) cabría interpretarlo como un valor añadido de una democracia saneada: valor asumido por la oferta (partidos) y reivindicado, a su vez, por la demanda (ciudadanía). En este sentido, la educación cívica, la cultura democrática, habrá de ayudar a la calidad total del Estado de Derecho; en tanto que el enriquecimiento de las partes promueve e incentiva el enriquecimiento del conjunto.