RODRÍGUEZ COSTA, RAFAEL
En la infancia se consolidan la totalidad de los cimientos que soportarán nuestra existencia, y a veces actúa proyectándose más allá del propio transcurso del tiempo.
Un personaje en descomposición, a causa del alcohol y los fracasos, se aferra a lo único que todavía es capaz de sostener: sus propios recuerdos, su mundo distorsionado, sus sueños.
En la Huelva de los cabezos, del río Odiel antes del puente, de los cines de verano, transcurre la infancia de un niño peculiar con la mirada asida a un futuro mejor.
Un niño, que quiso llamarse Paul Newman, en detrimento de su verdadero nombre, y amparado por su singular abuela María, se transforma en un hombre acabado, cuyo hijo le demuestra que nada es distinto, solo el lugar - ya no es Huelva, sino Madrid - y el tiempo - han pasado cuarenta años -, pero los materiales de las vigas maestras continúan siendo los mismos: la imaginación, la realidad y el destino