ISRAEL, GIORGIO
Galileo y Newton mostraron que era posible
representar el mundo físico con la ayuda de las matemáticas. Leibniz se
consagró al proyecto de obtener un calculo lógico universal capaz de reproducir
mecánicamente el pensamiento humano. Los filósofos del Siglo de las Luces
creyeron en la posibilidad de matematizar las relaciones sociales para
hacerlas racionales. En torno al Círculo de Viena se acarició la posibilidad
de una ética como ciencia exacta capaz de guiar al individuo hacia las
decisiones adecuadas mediante el análisis lógico matemático.
Von Neumann heredó todas estas aspiraciones e intuiciones proponiendo
una concepción del mundo como juego matemático, un mundo regido globalmente
por una lógica universal. Von Neumann consagró su vida a este ambicioso
proyecto, una de cuyas cumbres fue la concepción de una teoría de autómatas
capaz de sistematizar la conciencia de un ser perfectamente lógico que
trata con la realidad intercambiando información matematizada.