PRESTON, PAUL
Paul Preston --doctor en Historia por la Universidad de Oxford y profesor de Historia Española Contemporánea en la London Scholl of Economics-- ha escrito una docena de títulos sobre la España reciente y es, según todos sus colegas, uno de los historiadores que mejor y más ha estudiado la figura del general Francisco Franco Bahamonde. En su nueva biografía del dictador, El gran manipulador. La mentira cotidiana de Franco, Preston hace un relato didáctico de la trayectoria del general, poniendo el acento en las falsedades y las medias verdades que todavía hoy adornan la figura del militar que --junto a otros altos mandos-- perpetró el golpe de Estado del 18 de julio de 1936.
En una reciente entrevista, Preston ha subrayado que ´muchas de las creencias populares con respecto a Franco son falsas: no fue el general más joven de Europa desde Napoleón, ni el valiente artífice de la neutralidad española en la segunda guerra mundial, ni el arquitecto del crecimiento económico español de los años 60´.
Preston, al igual que la mayoría de estudiosos de ese fenómeno de misericordia histórica, considera que esa imagen benévola y aséptica de Franco Bahamonde es fruto de la ignorancia, de la indiferencia --en gran parte conculcada-- y de la determinación de numerosos dirigentes políticos, sociales y económicos de enterrar la dictadura, como si no hubiera existido.
La publicación de El gran manipulador también obedece, tal como ha precisado su autor, a la conveniencia de difundir una versión asequible --cabría decir que popular-- de la densa y pormenorizada biografía de Franco que Preston publicó en 1994, editada por Random House Mondadori.
Mentiras prefabricadas han ocultado los hechos ciertos
La imagen de un Franco positivo para España choca, así lo demuestran los datos, con la realidad. Pocas veces se ha dicho con suficiente fuerza y claridad que el golpe de Estado de 1936 y la guerra civil causaron que España sufriera un retroceso económico equivalente a 20 años.
Ni tampoco se ha subrayado con suficiente vigor la paradoja de que Franco siga siendo considerado por cientos de miles de españoles --sobre todo los menores de 40 años-- como un dictador menor o benévolo frente a, por ejemplo, Augusto Pinochet, pese a que la dictadura del autócrata chileno causó poco más de 3.000 asesinatos políticos, en tanto que durante la dictadura franquista --una vez finalizada la guerra civil-- fueron pasadas por las armas no menos de 110.000 personas.
Las connivencias exteriores --sobre todo por parte de los gobiernos de Estados Unidos y de Gran Bretaña-- favorecieron que Franco continuara en el poder una vez finalizada la segunda guerra mundial; sin menoscabo de la habilidad con la que él se manejó para satisfacer las ambiciones personales (incluidas las económicas) de sus compañeros de armas, de la curia y de sus aliados político-empresariales.
Esa habilidad, unida a la sistemática represión --la pena de muerte fue pan de cada día hasta los primeros años de la década de 1960-- consolidaron el régimen y permitieron alimentar la creencia de que el despegue económico iniciado en 1963-64 fue obra del régimen en lugar de la consecuencia lógica, casi inevitable, de un escenario internacional propicio y, también, de los aciertos de los economistas --los llamados tecnócratas, casi todos ellos del Opus Dei-- que diseñaron el plan de estabilización.
El gran manipulador es un libro adecuado y oportuno para que los españoles nacidos después de 1960 --que en su mayoría han sido privados de un conocimiento veraz de lo que fue la dictadura-- conozcan siquiera someramente la trayectoria de Franco y lo esencial del franquismo.