GADDIS, WILLIAM
Un hombre que yace en cama moribundo se embarca en un monólogo mental a partir de la
mecanización de las artes, representada en la aparición de la pianola -materialización del sueño
democrático de que cualquiera puede ser un «artista»-. Su reflexión termina por ser una
punzante diatriba contra la sociedad moderna, con sus arraigados anhelos de fortuna y
reconocimiento. En esta novela póstuma William Gaddis por fin logró dar forma a uno de los
proyectos literarios de toda su vida; el resultado es un relato desgarrador que no concede
respiro alguno y que es un magnífico diagnóstico de los efectos de la tecnología, no sólo en el
arte, sino en lo más hondo de la vida cotidiana contemporánea.
«Jack Gibbs, figura de reparto en J R y narrador de Ágape se paga, se dirige a nosotros desde su
lecho de muerte y no es un narrador feliz. Su cuerpo lo ha traicionado y el mundo es una
mierda y está dominado por tecnócratas.
»Y su novela -en la que lleva trabajando años- se deshace en pedazos sueltos e
inconexos.
»Queda poco tiempo para volver a afirmar lo mismo de siempre: la tecnología jamás podrá
suplantar la creatividad de los hombres. Así que adiós a la puntuación convencional y hola al
libre fluir de conciencia y a la libre asociación de ideas que le permiten al narrador -al
recitador, en un casi delirio de agonizante- invocar tanto a Glenn Gould como a John
Kennedy Toole, Miguel Ángel y Tolstói, para destilar una última pócima mágica, un tónico para
intentar conseguir el ´ágapeö: la amorosa sensación de ser uno con el mundo celebrada por los
primeros y nada burocráticos escritores cristianos.
»No lo consigue, claro. Pero en el fracaso de Gibbs está el triunfo de Gaddis alertando
desde el Más Allá sobre la música invisible pero cierta de la entropía. Y eso es lo que en realidad
es este pequeño inmenso libro: un tractat postrero y una última voluntad y un deseo final de
que, al menos, intentemos comprender lo incomprensible. Y después veremos qué hacer al
respecto.»
RODRIGO FRESÁN
WILLIAM GADDIS (Nueva York, 1922) es considerado uno de los grandes escritores
norteamericanos del siglo XX. Poseía una arraigada creencia de que «los escritores debían ser
leídos y no vistos», por lo que siempre fue propenso a la reclusión y estuvo rodeado de cierto
halo misterioso que incluso condujo a que por momentos se pensara que él y Thomas Pynchon
eran la misma persona. Además de Ágape se paga, su obra está compuesta por las novelas The
Recognitions, J R (National Book Award for Fiction), Carpenther´s Gothic, A Frolic of His Own
(National Book Award for Fiction) y el libro de ensayos The Rush for Second Place; todos sus
libros serán publicados por Editorial Sexto Piso. Gaddis murió en 1998.